Sí, sé que llego un poco tarde a la fiesta, pero no dejo de comentar que, al momento de escribir esta reseña, la película sigue en cartelera y, seguramente, muy pronto aparecerá en Disney+.
Ya en alguna ocasión les platiqué que soy fan de las películas de superhéroes, y en específico, de las primeras “fases” de Marvel, mismas qye se me hicieron muy buenas, y ahora, tristemente, desde que murió Ironman, las cosas no han salido muy bien que digamos
Desde la fase 4, hasta lo que hemos visto de la 6, son más los fracasos en taquilla que los éxitos. Pero como buen fan, no me he perdido ninguna y hasta he perdido el tiempo con la mayoría de las series exclusivas en Disney+. No mentiré, no todas las películas las he visto en el cine, varias me las aviento cuando salen en las plataformas de streaming.
Sin embargo, Capitán América: Un Nuevo Mundo (Marvel Studios, 2025) sí la quise ver en la gran pantalla, intenté verla los primeros dos días de su estreno, pero por “x” o “y” no pude, así que fue hasta un lunes que me pude lanzar. Por la hora, me escapé a la hora de la comida, era el único en la sala, así que me sentí un crítico VIP que rentaba todo el cine para disfrutar la película y preparaba las notas para esta reseña.
Seguramente, por las fechas que se escribe esta columna, la gente que la quería ver, ya la vio, y los que no, probablemente han escuchado y visto muchas reseñas que catalogan esta película como bastante pobre y se han abstenido de gastar su dinero. Sin embargo, antes de darles mi opinión, les comento que mantendré la política del Nidoverso de no dar spoilers.
Capitán América: Un Nuevo Mundo es la continuación de la trilogía del Capitán América (Marvel Studios, 2011-2016), protagonizada por Chris Evans (Código: Traje Rojo), y de lo que fue la miniserie Falcon y el Soldado del Invierno (Marvel Studios, 2021), incluyendo, para no variar, sus respectivas referencias al Universo Cinematográfico de Marvel (MCU por sus siglas en inglés) en general.
Y creo yo que justo esto, las referencias al universo fue lo que terminó afectando a la película. Pero antes de explicarles por qué afirmo lo anterior, les platico que en, en términos generales, la historia sigue a Sam Wilson (Anthony Mackie, Zona de Miedo) y su andar como el nuevo Capitán América. Lo acompaña el Falcon versión mexicana, un militar de nombre Joaquín Torres (Danny Ramírez, Top Gun: Maverick).
Tras una misión exitosa en un país latinoamericano, Sam es invitado a la Casa Blanca a un evento del recién elegido presidente de Estados Unidos, el General Thaddeus Ross (Harrison Ford, Indiana Jones y el Dial del Destino). Como invitados lleva a Joaquín y a Isaiah Bradley (Carl Lumbly, Doctor Sueño).
Durante el discurso del Presidente Ross, Isaiah (quien recordemos es un supersoldado olvidado) y otras personas presentes lo atacan y este atentado desata toda la historia. La búsqueda del verdadero responsable, el intento de limpiar el nombre de Isaiah, el misterio de quién ayudó a Ross a ser presidente y la lucha de Sam Wilson para terminar de adaptarse a su nuevo rol de Capitán América.
Hablando de la película en sí, la verdad, no se me hizo tan mala como leí y escuché en varias reseñas y críticas. No es la gran película ni es lo mejor que hemos visto en el MCU, pero tampoco es lo peor de lo peor, y sí, te estoy hablando a ti Ant-Man 3.
Se señaló mucho que, durante la producción, hubo varios cambios de guion, que se hicieron múltiples regrabaciones y que la historia cambió tanto que está muy lejos de lo que originalmente se tenía planeado, que el producto final era un desastre total y que, mejor, la hubieran cancelado.
Repito, a mí no me pareció una película tan mala, o sea, me comí mis palomitas muy contento mientras desconectaba mi cerebro de los temas importantes de la vida por un par de horas.
OPINIÓN
Ahora bien, retomando mi afirmación inicial de que son las referencias al MCU lo que termina afectando esta cinta, quiero comentar que ésta hubiera funcionado mejor como una secuela de Hulk: El Hombre Increíble (Marvel Studios, 2008), obvio, si en esta película hubiera salido Bruce Banner/Hulk. Es increíble que tanta reescritura del guion haya terminado concluyendo cabos sueltos de una película de hace 17 años y que ni siquiera era del Capitán América.
La historia secundaria del Presidente Ross con su hija, Betty Ross (Liv Tyler, El Señor de los Anillos: La Comunidad de Anillo), y con el villano de esta cinta, Samuel Sterns o también llamado el Líder (Tim Blake Nelson, La Balada de Buster Scruggs), no tienen nada que ver con la mitología que se fue creando alrededor del personaje del Capitán América en el MCU.
Se sintió bastante extraño ver todos los personajes de Hulk sin Hulk. No sé de quién habrá sido la idea, pero fue muy mala. Aunado a que otra parte de la película nos vino a resolver uno de los clinffhangers del largometraje Eternals (Marvel Studios, 2021).
Finalmente, gran parte del camino de Sam para aceptar el rol de Capitán América se vivió en la serie Falcon y el Soldado del Invierno, es decir, es repetitiva.
Sin embargo, como comenté previamente, si la ves como una película dominguera, la pasarás relativamente bien. Hay buenas escenas de acción y los efectos no son tan malos como en otras producciones, y sí, te hablo a ti Ant-Man 3.
Pero si eres de los que siguen fervientemente el MCU, seguramente quedarás decepcionado. En efectos de canon, es muy confuso y sales molesto por no ver en ningún momento a Bruce Banner venir a resolver sus problemas.
Ah, pero el Hulk Rojo sí rifa. Aunque como lo controlan, es ridículo.
En fin, si tienes Disney+ y eres fan del MCU y no las has visto, un fin de semana que no tengas nada que hacer, una vez que este en esa plataforma, te la recomiendo.
Si no te gusta o te vale el MCU, no pierdas tu tiempo.
CALIFICACIÓN
Le pondría un 6 de 10. Palomera, pero confusa para los fans.