Dos historias notables de “Pueblo chico, infierno grande”
Siempre he sido fan de los buenos thrillers o películas de suspenso. A mí dame un tipo que vaya a impartir justicia a un condado gringo (o cualquier sitio con tintes de pueblo chico) y soy feliz, siempre que la historia sea coherente.
Por lo mismo, me ha costado encontrar algunas en tiempos recientes que valgan la pena, así que me puse a ver qué había de nuevo en este año y me encontré con dos producciones que me gustaron bastante, cada una a su modo.
No estamos hablando de cine delicatessen, aquí es diversión y entretenimiento sin grandes pretensiones.
ROAD HOUSE (PRIME VIDEO)
Traducida penosamente como “El Duro” en español, tenemos a Jake Gyllenhaal (apellido imposible de escribir y pronunciar) interpretando a Dalton, un excampeón de la UFC que tiene un pasado entre oscuro y turbio. Para ayudarse a lidiar con ello, aceptará un trabajo en un bar en algún lugar random de Miami en donde los clientes son bastante buscapleitos y qué mejor que un luchador profesional para partirles toda su… mantenerlos a raya.
El tema es que ni la chamba ni el pueblucho son lo que parece, y Dalton se encontrará en la disyuntiva de intervenir e irse por donde vino.
Por si fuera poco, Conor McGregor, el ex-UFC, también hará su estelar aparición como un psicópata que se lleva por delante todo lo que le pongan, lo cual, complicará las cosas al bueno de Dalton.
COMENTARIO SOBRE ROAD HOUSE
Lo primero que hay que decir es que se trata de un remake o nueva versión de la película de Patrick Swayze de 1989. No he tenido la oportunidad de verla, pero pronto caerá.
Lo segundo es que Jake Gyllenhaal es un actorazo. No le recuerdo papel malo. Tampoco le recuerdo algún papel tan orientado a la acción. Aquí le vemos con un físico trabajadísimo que de verdad le compras que es un peleador de UFC o artes marciales mixtas. Este tipo es garantía casi siempre.
Me gustó el papel de Conor McGregor como Knox, pues aunque el papel no requiere gran capacidad de actuación (no me mates, Conor), le queda bien ese papel de fortachón descerebrado y rompehuesos. Sus escenas son loquísimas y exageradas, pero siento que eso se pretendía con su participación.
No soy experto en fotografía, pero en esta película vi tomas que no recuerdo tan frecuentes en otras ocasiones, como el uso de cámaras para que tú veas como si fueras Dalton, sobre todo en las escenas de acción. Igual me pareció que se utilizaron lentes angulares con frecuencia, pues algunas escenas de acción se veían realmente amplias, como que “cabe mucho” en pantalla. No sé si me gustó, pero es un soplo de aire fresco.
La trama no me impresionó demasiado, es decir, es la típica historia del héroe que llega a salvar el pueblo del mal que lo azota. Es incluso un pelín predecible.
Road House cumple con su objetivo de entretener y quizá dar un vistazo un poco más cercano a los combates de artes marciales mixtas que son brutales. La recomiendo para un día que tengas ganas de ver algo ligero, pero con algo de sustancia.
REBEL RIDGE (NETFLIX)
Los muchachos de Netflix estrenaron recientemente Rebel Ridge, un dramón en el que un exmarine (Aaron Pierre) debe lidiar con la corrupción de otro pueblucho cuando la policía le confisca de manera dolorosa una bolsa que contiene la fianza de su primo.
Hacía rato que una producción de los californianos de Netflix no me mantenía al filo del asiento. A pesar de contar con un elenco desconocido para mí, pues Aaron Pierce, Don Johnsson y AnnaSophia Robb (Anasofi pa’ los cuates) no me parecen familiares, la realidad es que les compré la actuación.
Claro, está lleno de clichés: el sheriff malo y corrupto, los policías son de los que más vale mantenerse alejado, la damisela medio en apuros y un protagonista que se las sabe todas (casi siempre, exmarines, exmilitares).
Sin embargo, a veces los clichés, bien hechos, son divertidos, especialmente, cuando, de alguna manera, reflejan aspectos podridos de la sociedad. Todos sabemos que esta clase de personajes existen en los pueblos, lo que pasa es que solo en las películas se hace evidente cuando un protagonista de habilidades importantes se pone manos a la obra. Mientras nadie patee el avispero, la vida sigue su curso normal.
Y si bien los personajes pueden ser predecibles en sus maneras de actuar, la trama sí que sorprende. No pretendo revelar demasiados detalles para no arruinarle nada a nadie, pero realmente te deja pensando en todo momento cuál será el siguiente paso, por dónde irán los tiros, que hará Terry (Aaron Pierce) y cómo reaccionarán aquellos que, evidentemente, sienten su changarro en peligro.
Otro aspecto genial y que debo reconocer, es sin duda el soundtrack o banda sonora, tiene una mezcla que acompaña en muchas partes de la película que ayuda a mantener la tensión en todo momento. Hay momentos en donde sientes como tuya la impotencia que vivirá Terry Richmond (Aaron Pierce).
Al final, Rebel Ridge ofrece lo que buscamos en una película: trama aceptable cuando menos, actuaciones a la altura de la historia, y un soundtrack que potencialice los momentos importantes.
No será un clásico del cine, pero es un largometraje que, sin duda, vale más la pena.
Si la vida no te da para ver ambas y solo puedes elegir una, escoge Rebel Ridge. Lo vas a pasar bien.