Cuando tengo pocas ganas de pensar o de comprometerme con algún capítulo de alguna serie de 40 minutos, pongo YouTube y me aviento un vídeo corto. Al inicio, veía vídeos de tops de cualquier cosa y, así, el algoritmo se fue acomodando para que me aparezcan, casi siempre, tops de películas o series.
Entre tantas opciones, cuando me daba tiempo de ver un top de películas argentinas, invariablemente aparecía en estos una película de nombre “El Secreto de sus Ojos” (Juan José Campanella, 2009). En algunos, de hecho, aparece como la mejor película argentina de todos los tiempos.
No es que sea fan del cine argentino, he visto un puñado de producciones de aquel país, algunas, curiosamente, por temas escolares y que tornaban sobre alguna de las dictaduras militares que se vivieron en aquellas tierras pamperas.
Pero de tanto verla bien renqueada por varios críticos de cine, me dieron ganas de darle una oportunidad. Investigando un poco, me enteré de que, hasta había ganado el Oscar a la Mejor Película Extranjera en 2010.
Afortunadamente, entre las múltiples plataformas que pago, apareció la película. En ese entonces aún era Star+, así que ya tiene unos meses que la puede ver.
Y no les voy a mentir, ¡qué maldita peliculón!
Pocas veces acabo de ver un filme y me quedo sin palabras. El plot twist final es espectacular. No me lo espera. La historia en sí es muy buena, y hay una escena en el Estadio Tomás Adolfo que no le pide nada a las producciones estadounidenses.
Pero ¿de qué va este peliculón?
En 1999, un agente judicial retirado decide escribir una novela sobre un asesinato ocurrido años atrás, 1974 para ser específico, en el cual se vio involucrado durante su investigación.
Liliana Colotto de Morales fue brutalmente asesinada, nuestro protagonista, Benjamín Espósito (Ricardo Darín, Argentina, 1985), es enviado a la vivienda de ésta como parte de sus labores en el juzgado que le corresponde. Es ahí que nace una obsesión de Benjamín para poder resolver el caso.
En el camino tendrá el apoyo de Irene Menéndez-Hastings (Soledad Villamil, Goyo), parte del juzgado y, eventualmente, jefa de Benjamín, Pablo Sandoval (el mismísimo Guillermo Francella, El Clan), otro compañero de trabajo del protagonista, y el propio marido o viudo de Liliana, Ricardo Morales (Pablo Rago, Los Bastardos).
La trama abarca varios años y la parte importante de la historia se enmarca en un periodo político complicado de Argentina, situación que atañe directamente al desarrollo de la investigación.
Por ello, el camino es, sin dudas, una montaña rusa. Mientras avanza el argumento, vas descubriendo qué pasó con Liliana y como el caso afecta a todos los involucrados. Es difícil no dar espóileres, por ello, acá la dejo para la gente que no ha tenido la fortuna de verla.
Repito, que buena película. Sin embargo, acá no acaba esta columna.
Al inicio del largometraje se menciona que éste está basada en el libro “La Pregunta de sus Ojos” de Eduardo Sacheri, y que el mismo autor argentino había trabajado en el guion con el director Juan José Campanella.
Por ahí, en un recoveco de mis recuerdos, el nombre de Sacheri resonaba. Y sí, hace muchos años, un buen amigo y colega de trabajo me había ya recomendado los escritos de éste.
Es un escritor que saltó a la fama por cuentos relacionados con el fútbol y por esto, me lo habían recomendado. Pero yo, tontamente, eché en saco roto aquella recomendación. Fue así como, emocionado por lo visto y recordando aquella invitación a conocer a Sacheri, decidí darle una oportunidad al libro en que se basó la obra maestra que acababa de ver.
Y vaya que me encontré con una grata sorpresa, al grado que, al momento de escribir esta columna, ya he gozado 4 obras de Sacheri y estoy empezando la quinta. Que buen autor y que torpe fui por no darle lectura cuando me lo presentaron.
El libro es básicamente la misma historia, aunque, por obvias razones, desarrolla más los personajes y no todo estos hacen lo mismo que en la película. En la obra, Benjamín se apellida Chaparro, mientras que Irene, Ricardo, Liliana y Pablo mantienen sus nombres.
Sin embargo, Pablo tiene una historia más completa en el libro, además de que realiza muchas más acciones que en la película, mientras que Irene, sin dejar de ser pieza clave en la obra, en la película se le da más protagónico, robándole a Pablo varios de sus momentos más importantes. Pero ninguno de estos cambios soslaya el desenlace de la película.
De hecho, en el largometraje a Pablo se le da un desenlace más impactante, sin dudas, una de las mejores aportaciones del guion de Sacheri y Campanella.
El plot twits final es similar, pero al ya conocerlo, no me sorprendió tanto como en la película. Pero hay varias cosas que el libro sí ayuda a entender, como, por ejemplo, porqué un simple Prosecretario en un Juzgado de Instrucción se ve involucrado en una investigación policial. En la película, si le piensas un poco, sin ser un experto en procesos legales argentinos, no tiene sentido. Asimismo, Sacheri se explaya en lo que más le gusta, el fútbol y en explicaciones jocosas. Hay una descripción larga y tendida de qué es un “boludo”, cosa que ayuda a los que no somos argentinos y hemos vivido con esa expresión.
El libro es ágil y fácil de seguir, los periodos de tiempo, porque la historia es realmente un “flashback” tanto en la película como en la obra literaria, son claros. Nunca tienes duda de en qué periodo estás.
Para escribir esta reseña, leí algunas otras en internet y vi que varios sufrieron de lo mismo que me pasó a mí. Primero vieron la película quedando más que impactados y, cuando fueron a libro, les faltó algo de emoción. Pocas veces me ha tocado ver una adaptación tan fiel de un texto al lenguaje cinematográfico.
Por ello, me encuentro en una disyuntiva. No sé qué recomendarles hacer primero. Lo básico sería decirles, primero lean al gran Sacheri y luego vean la película. Pero es muy difícil encontrar una película que sea mejor a su contraparte literaria y, creo, que “El Secreto de sus Ojos” es una de ellas. Sin demeritar para nada “La Pregunta de sus Ojos”, llegar a la película sin saber nada es lo más idóneo, es así, que tendré que decantar por recomendarles ver primero la obra del director Campanella y luego sumergirse en no sólo en este libro de Sacheri, si no en su obra.
¿Dónde verla?
Lamentablemente, ya no se puede ver en Star+ o lo que hoy es Disney+ en México. Tengo entendido que se puede rentar en Apple TV. Si tienes una VPN, si te conectas como si estuvieras en Argentina, probablemente la encuentras en algunas de las plataformas de streaming que existen.
Mientras que el libro lo puedes encontrar en Amazon o en Gandhi (su versión ebook), así como audiolibro en Audiable.