Nuevas Voces en la FILCO: Explorando Ficción y Fantasía de Autores Mexicanos
Joyas Ocultas en Coyoacán: Explorando la Nueva Oleada de Talento Mexicano
La última Feria del Libro en Coyoacán (FILCO) en Ciudad de México fue una suerte de redención.
Mis amigos cercanos saben la frustración que me causan estos eventos que prometen mucho y cumplen más bien poco.
Los stands con letreros en cartón sobre montañas de libros olvidados anuncian joyas a cincuenta o cien pesos y terminan ofreciendo baratijas al borde de una polvorienta descomposición. Todo mundo mironea y toquetea sin animarse a elegir algo que no se rompa en lo que terminas de pagar el coste.
Las editoriales grandes insinúan grandes descuentos que quedan en promesa, pues los costos de las obras siguen siendo entre salvajes y lapidarios para los que buscan olvidarse de la cotidianidad de la vida viajando a otros mundos.
EDITORIALES INDEPENDIENTES AL RESCATE
Confieso que mi apatía me ha jugado en contra.
Cuando me entusiasma un libro en físico, voy a lo de siempre: Gandhi, Sótano, FCE, Péndulo y cualquiera de los grandes almacenes que acaparan la capital mexicana.
Cuando lo deseo rápido, una búsqueda y dos clics en Amazon para tenerlo en mi Kindle.
Esto deja por fuera a las pequeñas editoriales que apuestan por prospectos ignorados por los grandes editores que priorizan nombres consagrados o libros con temáticas que garanticen un jugoso volumen de ventas.
En las Redes Sociales de la feria apareció una foto con un libro que tenía en mi Lista de Deseos de Amazon: “Rafaela”, de Manuel Antonio Ramírez. Decidí que era buen momento de hacerme de una copia en físico (dada su inexistencia en formato de libro electrónico) y husmear en búsqueda de joyas escondidas y que no estuvieran al borde de convertirse en sopa.
LA NUEVA OLEADA DE PLUMAS MEXICANAS
Mi recorrido fue un éxito. Salí con siete ejemplares que no destruyeron mi bolsillo y que te presento a continuación.
“RAFAELA”, Miguel Antonio Ramírez.
De Oaxaca para el mundo. Este libro fue recomendado por una amiga muy querida. Andaba buscando un libro que sucediera en algún pueblo de mi querido México y que tuviera algunos mitos y leyendas en el medio. Culpemos a Juan Rulfo y su majestuoso Llano en Llamas de mi fascinación por este tipo de obras.
Lo que no me esperaba, es que justo ese día, el autor, Manuel Antonio, estaba en el stand así que naturalmente, accedió a firmarme el libro. La verdad es que conocer a los autores es siempre mágico, y llevarte su firma a casa, hace más especial al libro.
Todavía no lo he leído (dadas mis múltiples lecturas actuales), pero pronto caerá.
“MICRORRELATOS A DOS DEDOS”, María Snoussi Aroca.
Toda persona que se jacte de ser “buen lector” (signifique lo que signifique), eventualmente sentirá lo que comúnmente se denomina como el gusanito de la escritura.
Lo he intentado en el pasado, pero es complicado. Hay que tener más que ilusión por hacerlo. Se necesita constancia y disciplina, como en toda área en la que se desea mejorar de esto que llamamos vida.
Sin embargo, encontré este librito que, literal, contiene microhistorias de una humilde página. Confieso, también, que este lo adquirí en una ida al día siguiente, pues sentí que me faltó darle una segunda ojeada a la feria para garantizar que no me perdí de algo (seguro que sí).
En esta ocasión, estuvo la autora, una jovencita de nombre María Snoussi. Me encantó ver su entusiasmo para promocionar su obra. Sin miedos ni tapujos (o quizá bien escondidos). Y como soy alguien que aprecia las diversas formas del arte, decidí darle una oportunidad. Me firmó y dedicó el libro.
Comencé a leerlo camino a casa. La verdad es que estos relatos los escribió con apenas dieciséis años (y la editorial La Tinta del Silencio se los publicó tres años después, en 2024), según cuenta en las hojas finales, y es cierto que a esa edad, los chamacos de hoy ya ni saben escribir (porque tampoco saben leer) así que con María podemos tener un poco de consuelo de que no son todos iguales.
He leído la mitad, pues suelo ponerme con él en mis trayectos hacia el trabajo. Algunos relatos me han gustado más que otros, como es natural, pero lo que sí le agradezco a María, es que me haya inspirado a escribir ficción corta, sin necesidad de documentarse tres meses antes de remojar la pluma en la tinta y comenzar el combate ante la temida hoja en blanco.
“SENDEROS SOMBRÍOS”, Alejandro Meraz Moreno.
Este otro librito promete. Se trata de dos relatos de fantasía oscura que “nos transportan a mundos donde la magia, el terror y lo sobrenatural se entrelazan con las profundidades de las emociones humanas”.
Uno de los subgéneros a los que he dedicado muchas horas es el de Fantasía en cualquiera de sus sub-sub-genéros. La realidad es que la mayoría de autores son estadounidenses o europeos y está bien, pero el truco está en la variedad, así que siempre que encuentro historias escritas por plumas mexicanas, ni lo pienso (como el meme de Shut up and take my money!).
No tuve la fortuna de coincidir con Alejandro en la FILCO, pero revisé sus publicaciones y la verdad es que me entusiasma lo que vi. Seguro me adentraré pronto en sus historias.
Me pondré con esta obra tan pronto como pueda y la reseñaré en profundidad.
“LÉGAMO”, Miguel Lupián.
Casi todos en el stand me recomendaron la obra de Miguel Lupián.
“Estas historias pertenecientes al new weird—que oscilan entre el fantástico, el policiaco, la ciencia ficción, el terror y el horror corporal— confrontan la realidad, ponen en entredicho la objetividad y los supuestos indiscutibles; presentan situaciones en las que lo humano se pone en entredicho desde distintos aspectos.”
No quedó más remedio que llevarla a casa, pues una pequeña desventaja de las casas independientes es que los tirajes son cortos, y si te lo pierdes, quizá nunca vuelva.
Por lo que me contaron, esta obra cae en el subgénero de Ficción de lo Extraño (New Weird). Siendo yo, un acérrimo seguidor del tapatío radicado en Ciudad de México, Bernardo Esquinca, enseguida paré oreja y escuché con atención.
Para mi tristeza, los chicos del stand desconocían a Bernardo, una deidad cuando de new weird mexicano se trata y que luego reseñaré.
Aun así, llegué a casa y leí el primer cuento. Recuerdo que me causó cierto desasosiego la historia. No soy demasiado fanático de los arácnidos, y aquí hay uno bastante prominente. Y si no es un arácnido, mi mente lo recreó tal cual: feo, negro, peludo y temible.
Lo que sí me quedó claro, es que la prosa de Miguel Lupián es pulida y elegante. Terminaré el libro y contaré mis impresiones.
EN LA SIGUIENTE ENTREGA…
En la segunda parte estaré platicando de tres libros que me quedan por delante. Dos están ambientados en pueblos y otro en una ciudad ficticia del Estado de México.
Si alcanza el espacio, hablaré de algunas de las librerías que he descubierto y que me parecen más auténticas que “las de siempre”.
Pareciera que tengo animadversión por las grandes casas de libros, pero nada más lejos que la verdad. Son espectaculares y encuentras de todo, especialmente en novedades. Sin embargo, esos libros “especiales” encuentran su sitio en las librerías de barrio que hay por toda la ciudad y que, sin duda, tienen un sabor lector distinto.
En una tercera parte, hablaré en general de lo que me ha parecido esta nueva oleada de escritores jóvenes. Quiero darme un par de semanas para leer más a fondo sus historias y hacerme una idea en general de lo que se puede esperar al adentrarse en sus páginas llenas de entusiasmo, creatividad y ganas de trascender en el noble oficio de la escritura.