Series Animadas, Parte III: De familias, samuráis y ansiedades.
Netflix nos ofrece buenas opciones animadas.
Les confesaré algo, últimamente me he encontrado sufriendo en términos de elección de una serie con cual comprometerme, siento que mi tiempo es reducido y, además, a veces las plataformas de streaming cancelan por cancelar y uno se queda con la duda de qué pasaría en la historia que estabas siguiendo. Situación que es altamente molesta, por cierto.
Por ello, a veces me dejo llevar por las recomendaciones de gente que me conoce para elegir la serie que será acreedora de mi valioso tiempo.
Long Story Short
Hace algunos años, llegó a mí la recomendación de BoJack Horseman (Bob-Waksberg, Raphael, 2014-2020), serie animada de Netflix que en su momento fue muy famosa. Vi el primer capítulo y no me terminó de convencer. Pasaron algunos meses y le volví a dar una oportunidad, y vaya que me equivoqué en mi primera apreciación. Es una excelente serie de tragicomedia que recomiendo ampliamente, sin embargo, no es motivo de esta columna.
Apenas la semana pasada, buscando algo que ver, ingresé a Netflix, tenía rato que no pasaba por ahí ya que de repente, Disney+ ha ganado terreno como la plataforma dueña de mi tiempo, así que me sorprendí cuando vi, de casualidad, que había una serie nueva del creador de BoJack, el estilo de animación era parecido, aunque en esta ocasión no había animales antropomórficos.
La descripción de Long Story Short (Bob-Waksberg, Raphael; 2025) era muy básica: “una familia que no olvidarás”. La curiosidad me ganó y le di click al primer episodio.
Al no saber nada de la serie, la verdad que me agarró de sorpresa la premisa. Es la historia de una familia judía que vive en California conformada por Elliot Cooper (Paul Raiser, Mad About You) como el patriarca y su esposa Naomi Schwartz (Lisa Edelstein, House). El resto de la familia es completada por tres hijos, el mayor, Avi Schwooper (Ben Feldman, Little Death), la hija de en medio, Shira Schwooper (Abbi Jacobson, Broad City), y el menor, Yoshi Schwooper (Max Greenfield, New Girl).
Al igual que BoJack, Long Stroy Short maneja un género de comida con tintes melodramáticos. Pero la diferencia sustancial, y que fue la que me terminó por atrapar, es que no maneja una línea temporal lineal, es decir, en un episodio puedes ver sucesos de diferentes años, y a medida que van avanzando los 10 capítulos, vas armando el rompecabezas de las situaciones que se van entrelazando y culminan en lo que ves en la actualidad de los personajes (2021 y 2022). Por ejemplo, en el primer episodio ves como Avi presenta a su novia por primera vez a su familia a principios de 2004 y lo terminas viendo sentado solo en su automóvil, triste y acabado, un par de décadas después.
La familia Schwopper, que justo ahora entiendo que el apellido es la mezcla de los apellidos de los padres, se ve complementada a través del tiempo por la esposa e hija de Avi, así como la esposa de Shira, sus dos hijos y el mejor amigo de Yoshi, así como otra cantidad de personajes que van apareciendo y reapareciendo en los transcursos de los años.
Es una serie que no quita mucho tiempo y creo que es bastante divertida, además de que hay algunas cosas en las que creo, cualquier persona se puede identificar. El elemento judío es importante en la serie, pero no excluye a los que somos ajenos a esa religión. Por otra parte, el soundtrack es bastante bueno.
Previo a su estreno en agosto, de manera sorpresiva, Netflix anunció que habrá una segunda temporada, con fecha aún por confirmar.
Si fuiste fan de BoJack Horseman y de las series animadas de capítulos cortos, te la recomiendo ampliamente.
Blue Eye Samurai
No les voy a arruinar uno de los plot twists, aunque suceda muy al inicio, yo odié cuando me pasó a mí cuando estaba viendo una reseña de la serie en YouTube. Pero lo que sí les diré que esta serie también llegó a mí gracias a una recomendación. Aunque, en esta ocasión, no fue de un amigo, si no de esa reseña que les comenté.
Creo que ya lo había mencionado previamente, pero si no, lo comento ahora. Uno de mis youtuberos favoritos es The Critical Drinker, y he visto que tenemos gustos similares, por lo que cuando recomendó esta serie animada, no lo dudé ni tantito. Aunque me haya arruinado parte importante de las sorpresas.
También en Netflix y conformada por 8 capítulos que van de 35 a 62 minutos (cosa que odio, creo que eso también lo había comentado, que duren lo mismo, ¡carajo!), Blue Eye Samurai (Jane Wu, Nick Read, 2023) nos relata la historia de Mizu (Maya Erskine, Mr. & Mrs. Smith), quien, durante el Periodo Edo japonés (que fue de 1603 al 1868), busca venganza sobre 4 hombres blancos que vivían ilegalmente en Japón, uno de ellos, su padre. Por ello, Mizu lleva el mote de Hāfu (de ascendencia mitad japonesa, mitad europea), situación que hace de su vida un infierno y es uno de los motivos de su ambición de venganza.
Desde una temprana edad, su entrenamiento es a manos del Mastro Eiji (Cary-Hiroyuki Tagawa, 47 Ronin), espadero de gran renombre que le enseña todo lo que sabe.
En el camino se irán integrando a la aventura Ringo, un cocinero sin manos que quiere ser un guerrero (Masi Oka, Heroes), y Taigen (Darren Barnet, Road House), un guerrero engreído que, además, es parte de la subtrama que involucra a la princesa Akemi (Brenda Song, The Last Showgirl), misma que es forzada a casarse con un aristócrata y busca regresar con su verdadero amor, el propio Taigen.
Con el avanzar de los episodios, la historia simple de venganza se va entrelazando con una de conspiraciones y traiciones entre diferentes facciones que pueden acabar con el shogunato. Al final, Mizu se encuentra en medio de una guerra interna inesperada, que tendrá consecuencias trascendentes en su plan de venganza y en su propia manera de ver y entender la vida.
Es una serie que no teme a mostrar sangre, que no se tienta el corazón con los temas que afectaban el Japón de aquella época, como, por ejemplo, el machismo, la xenofobia, la prostitución y la misoginia. Sin embargo, al mismo tiempo enaltece elementos como la lealtad, el honor y la resiliencia.
La animación es de primer nivel, el soundtrack no se queda atrás y la historia en general es buenísima. Ganadora de varios Emmys, entre otros tantos premios internacionales, en 2025, logró ser merecedora de una segunda temporada que, al parecer, será de 6 capítulos y será estrenada hasta 2026. Veremos a dónde nos llevan Mizu y Ringo.
Otra serie animada que lleva mi sello de aprobación.
Cortar por la Línea de Puntos
Finalmente, les quiero sugerir una serie que, a su vez, me fue recomendada por un buen amigo mexicoitaliano, misma que también se encuentra en Netflix.
La serie, que lleva en México el nombre de Cortar por la línea de puntos (Strappare lungo i bordi en italiano, Rosio, Davide & Scorza, Giorgio, 2021), consta de 6 capítulos con una duración mínima de 16 minutos y máxima de 22.
Creada por el caricaturista italiano Zerocalcare, que tengo entendido es bastante famoso en aquellas tierras, nos narra el viaje en tren del propio Zerocalcare o Zero, quien da voz a su propio personaje, quien es acompañado por sus amigos Secco (Paolo Vivio, In camera mia) y Sarah (Chiara Gioncardi, Il paradiso delle signore) a un destino al que no quieren llegar.
Acá lo interesante es que la historia es una locura de recuerdos, chistes, algunos brincos en el tiempo y muchas cosas más. En poco tiempo ves muchas situaciones, te enteras de otras más y de la nada, el final es un golpe al estómago totalmente inesperado.
Asimismo, al ser Zero el narrador de la historia, vemos todo desde su punto de vista, por lo que en los primeros episodios él es la voz de todos los personajes, bueno, en la versión en su idioma original, dándole un sabor diferente a la forma de presentar los hechos.
Zero es un personaje psicótico, cínico, presuntuoso y ansioso, quien es seguido en todo momento por un armadillo naranja gigante que sólo puede ver el narrador. Armadillo (Valerio Mastandrea, Nonostante) funciona como un tipo de conciencia que critica sin parar a nuestro personaje principal.
Yo la empecé a ver en italiano, pero la velocidad de los diálogos y, por consiguiente, de los subtítulos, era demasiada, por lo que me rendí y la terminé viendo en español, por lo que gran parte de cómo se presenta la historia me la perdí. Sin embargo, como te va llevando la narrativa al final inesperado es realmente buena. Es una tragicomedia de alto calibre que se va como agua. Te ríes bastante, pero al mismo tiempo, las lágrimas se terminan asomando. Mega serie.
Un par de años después del estreno de la serie referida se estrenó en Netflix una segunda creada por Zerocalcare, que en sí no era una continuación de la primera como tal, que lleva el nombre en México de Este mundo no me hará mala persona (en italiano Questo mondo non mi renderà cattivo, Rosio, Davide & Scorza, Giorgio, 2023).
En esta ocasión, vemos a Zero y sus amigos recibir a un amigo de la infancia, que regresa a un barrio diferente al que dejó varios años atrás, mismo que se encuentra inmerso en una batalla entre vecinos por la instalación de un centro de refugiados. La lucha entre fascistas y antifascistas enmarca la relación entre Zero, sus principios, su lealtad a sus amigos y la realidad italiana.
Igual de caótica que la primera serie, maneja un humor similar sin dejar atrás el mensaje social, aún vigente. No tiene un final tan duro como la primera, pero aun así te deja pensativo cuando acaba el último episodio de los 6 que complementan esta serie.
En su versión original, Zerocalcare hace casi todas las voces, pero Secco y Sarah sí son interpretados por sus voces de la primera serie en más episodios. Tristemente, tuve que también verla en español, los diálogos van demasiado rápido y los subtítulos vuelan.
Además, mi amigo me dijo que el acento y la jerga de la zona de Roma de donde es Zerocalcare es muy difícil de entender, aun para ellos. Y que es una pena que no hable italiano, porque me perdí de muchos chistes buenos.
En fin, eso me pasa por no entrarle al Duolingo italiano.
Finalmente, haciendo esta columna, me entero de que sí existirá una tercera serie que saldrá en 2026. La verdad, me da gusto porque ahora soy fan de Zerocalcare, aunque me pierda del 50% del humor.
Si Long Story Short y Blue Eye Samurai se me hicieron muy buenas, el trabajo de Zerocalcare se ha vuelto de mis favoritos de todos los tiempos. Si quieres reír y medio llorar, altamente recomendables.