"Tiempos: cada segundo es un verdugo", una lectura ideal para cuando cae la noche
Literatura mexicana independiente que sí vale la pena.
Este año estoy leyendo más literatura mexicana que nunca.
Mientras más autores y obras descubro, más profundo me adentro en la madriguera del conejo.
A esta lectura de Ricardo Rodríguez Navarrete llegué de una forma poco convencional.
El autor me “siguió” en una red social tras un comentario que dejé a otro compañero de profesión suyo (Alex Meraz). Y como me encanta ver el perfil de la gente que me “sigue”, me entusiasmó saber que era escritor y que tenía una obra reciente llamada Tiempos: cada segundo es un verdugo, misma que anoté en mi infinita lista de libros pendientes por leer.
Confieso que esa lista tiene trampa: los libros de autores mexicanos avanzan con mayor rapidez en la fila.
Lo terminé hace un par de noches y quiero contarte mis impresiones.

Prosa precisa y elegante
Lo primero que me encantó es el estilo narrativo de Ricardo.
Es directo, ágil y elegante.
Me fascinó la precisión de sus letras. No padece de algunos de los aspectos negativos que he detectado en otras obras de autores mexicanos, siendo el principal la falta de un editor exigente que les ayude a alcanzar el siguiente nivel.
La prosa no se mete en tu camino.
No es un distractor.
Empiezas a leer un cuento y ya empieza a proyectarse en tu mente.
Tres o cuatro párrafos después, ya estás sumergido en la historia.
Trece historias cortas para llevar
El libro consta de trece historias cortas de diversa índole, cuyo común denominador son los escalofríos de tintes nostálgicos que transmiten.
No son cuentos de terror, aunque algunos pueden producir cierto desasosiego. Detrás de esas sensaciones entra en juego la reflexión. Las historias se sienten reales. Podría parecer que están basadas en hechos reales. Así de buen constructor de historias es Richard.
Cuando leas la primera, titulada “Loco”, más te adentrarás en las siguientes. Me pareció un gran gesto darle pie a las demás mediante esa primera historia. Evitaré dar spoilers, pero aumentó la inmersión.
Si bien me parecieron todas de un nivel similar, la historia llamada “Fama” es demoledora.
Esta sí me provocó una amarga sensación en el paladar porque hoy día es ficción, pero en unos cuantos años podría considerarse novela histórica, pues queda claro que hacia ahí se dirige el mundo.
Comentario final
Dale una oportunidad a la nueva ola de autores mexicanos independientes. Es cierto que es genial leer a Carlos Fuentes, Octavio Paz y Juan Villoro, pero también causa placer descubrir pequeñas joyas que no son precisamente lo que encanta (pero debería) a las grandes editoriales, pero que, por azares del destino, encuentran el camino hacia tus manos.
El libro es corto, está en Kindle a un precio razonable. Incluso es gratis si tienes el programa Unlimited. No se puede pedir más.
Por lo demás, espero un día coincidir con Ricardo para conseguir la versión física y autografiada de esta pequeña gran obra.
Muchas gracias por tus palabras alentadoras, me encanta saber que lo disfrutaste un saludo afectuoso ¡qué sigan las letras!