En mi columna pasada, les platiqué sobre mi gusto por el teatro, pero, también les conté, por cuestiones de tiempo y económicos, no es un gusto que me puedo dar, tristemente, tan frecuentemente como me gustaría, y peor aún, en la Ciudad de México hay una gran variedad de opciones cuando se trata de las puestas en escena.
Pero, afortunadamente, estas últimas semanas he podido ir en dos ocasiones. Ya les platiqué de la obra “No te vayas sin decir adiós”, por lo que en esta ocasión les platicaré de “El Sótano”.
La obra es anunciada como una “inmersiva” de terror japonés. La inmersión va en que buscan que la puesta de escena sea más parecida a una película. El manejo de las luces y el sonido permiten que así sea. La verdad, la puesta en escena, dirigida por Estaban Román (de quien no encontré más información sobre trabajos previos), es muy vistosa. Sí logra sumergirte totalmente en el universo de la obra.
El guion está basado en un relato del escritor japonés de terror Koji Suzuki, quien es famoso por su saga de “El Aro”, misma que se ha adaptado para el cine tanto en Japón como Estados Unidos. Suzuki es un prolífico escritor de lo paranormal, pero, investigando para esta columna, no puede encontrar exactamente de qué relato hablan los productores de la obra mexicana, quienes, por cierto, son los mismos que producen la famosa “La Dama de Negro”.
En varias entrevistas mencionan que hay una puesta en escena en Japón que ha logrado generar histeria masiva tanto en Tokio como en Kioto. Pero no puede encontrar más información sobre esto, así que tengo mis dudas, honestamente.
Lo más parecido que pude encontrar en la obra de Suzuki fue el cuento “Dark Water”, mismo que se encuentra en el libro de cuentos del autor nipón del mismo nombre (que también ha sido adaptada al cine en su país de origen como en Estados Unidos). No es exactamente la misma historia, pero la idea de una madre recién separada con poco dinero, que trabaja de editora y tiene una hija, que por las circunstancias económicas tienen que vivir en un departamento en un edificio a punto de colapsarse, están presentes en ambas historias.
¿DE QUÉ TRATA?
Y ya que empecé a contarles de qué va la obra “El Sótano”, les cuento que todo empieza cuando Ana Müller (Ana Claudia Talancón, El Crimen del Padre Amaro), mujer que está por divorciarse y con problemas económicos, porque no termina de arreglar la situación económica con su exmarido, decide rentar un departamento en un edificio que está dañado tras varios sismos. La acompaña su pequeña hija Isa (Camila Suárez).
El edificio, a pesar de que cuenta con varios departamentos, no tiene ningún otro habitante, sólo está presente el conserje Damián (Luis Felipe Tovar, Los Sánchez).
Por tener miedo a las alturas, Ana decide rentar el departamento 1, mismo que se encuentra en pésimas condiciones, pero está amueblado con viejos muebles y decoraciones japonesas.
Y es aquí donde inicia lo bueno. En el departamento empiezan a suceder cosas extrañas, se mueven las cosas, hay animales muertos, una vecina misteriosa en el departamento de arriba, música que suena a todas horas y una muñeca que aparece de la nada.
Ana comienza a sentir que va perdiendo la razón con los acontecimientos que se desatan en su departamento, y todo se complica más cuando descubre una puerta misteriosa en el piso de la sala que la lleva a un sótano. Al abrirla, el infierno se termina de desatar en su pequeño departamento.
OPINIÓN
Con una hora y media de duración, la puesta en escena es realmente buena. La actuación de Talancón está muy bien desarrollada, la transición de una madre protectora que no cree en lo sobrenatural a una mujer que borda en la locura está bien lograda. Por su parte, Tovar, como el conserje dicharachero que no le importa nada, también realiza un buen trabajo. Te logra sacar una sonrisa en los momentos menos esperados. Finalmente, la niña Suárez no desentona para nada frente a los dos experimentados actores con los que le toca trabajar.
Rafel Perrín (La Dama de Negro), alterna funciones con Tovar, pero no me tocó verlo, por lo que no tengo mucho que decir sobre él.
Al ser un fan del terror, sin dudas la recomiendo. No veo cómo puede llegar a una histeria colectiva como dicen los productores, pero sin dudas, está bien dirigida, bien actuada y, sobre todo, muy bien montada. Estoy seguro de que, si realmente existe la versión japonesa, no le pediría nada.
De hecho, al escribir esta reseña, como que ya me dieron ganas de volver a verla. En mi clasificación personal, le doy un 9 de 10. Mi única queja es que el teatro donde la vi, el Fernando Soler, carecía un poco de ventilación, el calor se acumuló bastante y por momentos era un poco incómodo. Salvo eso, repito, no dejen de ir a verla.
¿DÓNDE VERLA?
Como comenté, en este momento se encuentra en el teatro Fernando Soler. La temporada en la Ciudad de México termina el 29 de diciembre, pero sé que anda en gira en varias ciudades de la República, aunque no siempre con los mismos actores que están aquí en la Ciudad.
Si te la topas en tu ciudad o andas por acá y tienes tiempo, no dejes de verla.